El pasado 24 de septiembre salí a correr para afrontar un suave entrenamiento de 12 Km a ritmo V0. En el kilometro 6 sentí un latigazo en la zona del gemelo izquierdo y me tuve que parar de inmediato. Enseguida me di cuenta de que el tema era serio y forcé lo mínimo para llegar a casa cojeando.
El día siguiente Josemi (vecino y fisioterapeuta) examinó la zona y descartó la temida rotura de fibras. Era una fuerte contractura que tendría que ir soltando con paciencia, descanso y masajes.
Y en eso "ando", llevo más de dos semanas parado (no corro pero paseo a diario hora y media por el bosque a paso ligero para intentar no perder mucha masa muscular).
Aunque los primeros días no perdí la esperanza, hace ya una semana que he descartado correr la maratón de Donostia. Lo cierto es que ha sido un palo fuerte porque llevaba la preparación muy bien, con buenas sensaciones y ritmos, sin molestias y lo que es más importante sin cansancio mental, disfrutando de los entrenamientos.
No soy propenso a las lesiones, es más, creo que soy un afortunado en este aspecto porque casi nunca me ha dejado aparcado un percance de este tipo. He visto a personas muy cercanas a mí lesionarse gravemente (osteopatía de pubis), en el último entrenamiento duro de una maratón a falta de 20 días de la competición. He oído que un atleta de gran nivel se rompió el dedo meñique de un pie cuando andaba descalzo por casa la víspera de la maratón... ahora me ha tocado a mí!.
Los nubarrones de la imagen que encabeza esta entrada son un buen reflejo de lo que he pasado estas dos semanas. Hablo en pasado porque quiero creer que lo peor ya ha pasado (asimilar la pérdida de esta maratón) y que atisbo en el horizonte cierta luz que me empuja a ser optimista.
Lo primero es seguir mimando la pierna e ir progresando poco a poco... después ya llegará el momento de marcarse nuevos retos.
No tengo que olvidarme de analizar y descubrir cual ha sido la causa de la lesión...todavía no tengo ni idea del porqué!!
Ya os contaré...
Bueno Paulino, más se perdió en Cuba... y volvieron cantando. Tal vez habías puesto el listón muy alto, seguro que puedes marcarte otras metas más accesibles. No cojear, por ejemplo. Llenar muchas cestas de hongos va a ser más complicado que lo de la maratón.
ResponderEliminarÁnimo.
Luis, lo de no cojear ya lo he conseguido. Estos días no me ha quedado más remedio que pasear por caminos que tú bien conoces. Este año no hay miedo a que nos de tirones en la cintura por agacharnos a por los hongos...algo bueno tenía que traer esta larga sequía.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí y también por los ánimos!!