lunes, 21 de mayo de 2012

APRENDER DE LOS MORIBUNDOS

Bronnie Ware es una enfermera australiana que pasó varios años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo a pacientes en las últimas 12 semanas de sus vidas.

Escribió sobre las epífanías de muerte de sus pacientes en un blog llamado Inspiration and Chai , que suscitó tanta atención que le llevó a publicar el libro The Top Five Regrets of the Dying,  en la que escribió sus observaciones.
Ware habla de la claridad y visión que tienen las personas, de sus vidas y  de cómo podemos aprender de su sabiduría.
Le llama la atención que las personas se repiten a la hora de identificar las lamentaciones en el umbral de la muerte, y destaca entre todas ellas estas cinco:

 
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de haber vivido la vida fiel a mí mismo, y no a la vida que los demás esperaban de mí.


Este es el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás, es fácil ver cuántos sueños se han cumplido. La mayoría de las personas no había cumplido ni la mitad de sus sueños y

tenía que morir sabiendo que era debido a las opciones que habían elegido y desechado. La salud poseé un potencial de libertad que muy pocos valoran hasta que la pierden.

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.

Expresión muy repetida entre los hombres a los que atendió. Echaban de menos la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaban de este lamento, pero la mayoría eran de una generación anterior por lo que muchas de ellas no habían trabajado fuera de casa.

3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos.

Muchas personas ocultan sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que realmente eran capaces de llegar a ser.  Los resultados suelen ser  enfermedades desarrolladas en relación con la amargura y el resentimiento.


4. Me gustaría haber estado en contacto con mis amigos.

Muchos de ellos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado caer amistades de oro a lo largo de sus vidas. Hay muchos lamentos profundos acerca de no dar a la amistad el tiempo y esfuerzo que merecen. Todo el mundo echa de menos a sus amigos cuando están muriendo.


5. Me gustaría que me hubiera permitido ser más feliz.

Esta expresión es sorprendentemente común. Muchos no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Muchas personas se atascan en viejos patrones y hábitos impuestos por los entornos en los que viven, y no se permiten experimentar cambios que anhelan profundamente.

13 comentarios:

  1. "la felicidad es una elección" Si!!! Y la luz...
    Por eso un equipo que conozco habla de "cultivar competencias y emociones"

    Buen día! Buena semana! Muxu asko!

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  2. Las personas nos arrepentimos fundamentalmente de las RENUNCIAS, y sobre todo de aquellas que dependen exclusivamente de cada uno.

    Renunciar a SER feliz, es sin duda el error más grave de todos.

    Gracias Sabela, te deseo una feliz semana!!

    Bicos!!!

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  3. Cuantas veces dependiendo del momento y situación vivida nos hacemos esos propósitos de emmienda a lo largo de nuestra vida, y sin embargo en otras tantas ocasiones volvemos a tropezar con la piedra de marras, que no se si es la misma o parecida, pero piedra al fin y al cabo .
    La única diferencia que aprecio, es que la situación de estas personas es terminal, no van a tener otra oportunidad y lo saben.
    Yo creo que es una muy buena reflexión para aprender y a lo largo de la vida seguir intentando corregir esos errores de los que nos podamos arrepentir. Aunque tambien es verdad que si las decisiones las toma cada uno de forma seria sensata y tranquila, lo mas que puede pensar es, que hubiera pasado de haber tomado otra decisión. Claro está, que si otros toman las decisiones por uno y no ponemos o intentamos poner remedio, siempre nos quedará la baza de la última lamentación.
    Un saludo.

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  4. Renunciar a ser fiel a uno mismo, renunciar a más tiempo libre, renunciar a expresar sentimientos, renunciar a los amigos, renunciar a ser feliz.

    Parece difícil que seamos tan necios como para que las decisiones que tomemos nos arrastren hacia tanta renuncia, pero como dice la autora de este trabajo, es asombrosa la unanimidad en el diagnóstico que expresan la inmensa mayoría de los moribundos.

    Sería interesante conocer los resultados de este estudio, si se realizara a personas que viven en culturas antagónicas a las que vivimos en occidente.

    Mila esker, Isi eta ondo izan!!

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  5. Estoy de acuerdo con Isi en que hay determinadas situaciones que generan una verdadera brecha en el tiempo-espacio en las que uno ve las cosas realmente tal cual son, donde los problemas y preocupaciones pierden relevancia y donde aquellos aspectos que son realmente importantes adquieren su valor… La muerte suele ser una de estas situaciones y creo que este tipo de reflexiones están en la mente de todos aquellos que comparten estos momentos.

    Algo pasa con la vida que llevamos que parece que tenga unos anticuerpos inyectados que se activan de inmediato cuando a uno le asaltan este tipo de revelaciones, hasta el punto de producir verdaderas amnesias cuando uno vuelve a encontrarse con el día a día.

    De ahí que nos vaya bien que lo recuerdes. Bueno el post Pau!

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    1. La adversidad es buena catalizadora de lo trascendente...

      La salud, el amor y la amistad, son los ingredientes básicos de la felicidad y es triste que a menudo los excluyamos de nuestra dieta diaría y las reservemos únicamente, para las celebraciones especiales.

      Gracias, Manel!!

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  6. Comprendo el sentimiento que nos embarga al acercarnos a realidades tan duras como la que expones. Pero no lo comparto porque es como dar por hecho que, a pesar de ser conscientes con ello, no cambiaremos la ruta.

    Me gustó especialmente el último post de Judith, que aún sin tener relación directa con este tema, tiene mucho que ver: “A los errores sobrevivimos mejor”. Y me siento especialmente identificada con una de sus respuestas en la conversación: “Yo siento que he sido largamente entrenada en la desconfianza, pero esa no es mi opción: día a día, a veces incluso contra mí misma, procuro elegir la confianza. No siempre me sale bien... pero me entreno ;-)”

    Convivo de cerca ahora con situaciones muy cercanas a las que dan pie al estudio y no es nada fácil para nadie. La distancia emocional entre vivirlas en primera o segunda persona es “enorme”, casi diría que opuesta, pero con un elemento común: aferrarse a la vida. Y más sabiendo que todos llegaremos a ser protagonistas en solitario del mismo acto.

    Sin embargo no queda otra opción que aferrarse a todo lo que implique Vida y eso significa, incluso cuando la estás abandonando, iluminar lo que has hecho, no lo que ha faltado. No es fácil, como no lo es cuando la vida te pone en situación de desencuentro con las personas a las que aprecias, pero siempre pienso que eso sólo puede darse porque antes hubo “cercanía”. Siempre elijo quedarme con lo bueno.

    Disculpándome por la extensión, sobre todo comentando por segunda vez, comparto un segundo enlace con una descripción que me encantó sobre cómo muere un olmo, porque resume lo que me resulta difícil expresar con palabras. Quizá me guste más pensar en "aprender con" que en "aprender de". Pero es un tema muy personal, y muy duro.

    Unha aperta!

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  7. A mí también me encantó el post de Arati

    Iluminar lo hecho, frente a lo que ha faltado, es la mejor manera sin duda de afrontar el último viaje.

    Los centenarios robles de los bosques de mi pueblo mueren exactamente igual que el olmo de la película. Quizás todos muramos de la misma forma. Primero desaparecen la vitalidad, fortaleza e ilusión de la juventud, para dar paso a la preparación del "regreso".

    La mayoría de los humanos carecemos quizás de la sabiduría suficiente para organizar los ajustes pacientes y metículosos requeridos, para un regreso feliz...

    Siempre aprendo con tus aportaciones!! (nunca me parecen extensas).

    Eskerrik asko Sabela eta muxuat!!

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  8. Mi abuelo perdió la vista con 70 años. Unos años más tarde, una joven motocicleta se llevó por delante a su "bastón". Mi abuela, una mujer soñadora, inquieta y vivaracha, despreocupada de su aspecto, ocupada en lo esencial, con la que aprendí muchas de las cosas que quería ser en la vida. Muchas de las cosas que hoy soy. Pasó tres días llorando a gritos, llamándola a gritos. Desgarrado.
    Pensé que se iría con ella. Y sentí que lo comprendía. No podía encontrar razón alguna para él para aferrarse a una vida sin ella. Pero lo hizo.

    Hoy pienso que se quedó porque yo tenía mucho que aprender. En largos paseos durante años. En bancos eternos cogidos de la mano. Cerrando los ojos para sentir, como sentía él, mi mano en la suya.

    "Recuperar el tiempo de la vida y la música del silencio". Eso tan bonito que dices en tu maravilloso post, Sabela, lo aprendí con él.

    Leo con detenimiento el post y pienso en ellos. Seguro que están sonriendo, como yo, porque me siento en el buen camino. Porque sé que sigo teniendo mucho que aprender y leo por aquí y por allí a personas con las que puedo hacerlo.

    Fuera de cuentas de Enare, una chiquilla del pueblo perdió la vida con 16 años en un accidente de coche. En el terrible dolor, sentí que sus vidas se cruzaban. La primera bocanada de aire del que nace y el último aliento de quien se va. Quise pensar que algo de Cris quedaría en mi pequeña. Pensé si no sería esa la manera en la que los que han sido pasan a formar parte de los que somos. En aquel momento, quise pensar que era así. Llamadme "ingenua", si queréis.

    Yo sigo confiando, a pesar de ello.

    Grazas, Sabela, por extenderte y recordarme que no debo olvidarme de "sentir la propia experiencia".
    Eskerrik asko, Pau, por invitarnos a ello.

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    1. Esta foto , la tomé ayer por la tarde en los bosques de Gorbeia.

      La primera lectura es que nos transporta a Las nieblas de Avalon , donde parece que la "espiritualidad se funde con la misma alegría de ser y donde uno agradece y ama hasta el mínimo pliegue de la vida que está viviendo".

      La segunda lectura es que en este tipo de bosques silvestres, los viejos árboles mueren cayendo al suelo cuando la erosión del tiempo supera sus fuerzas vitales.

      Mueren, pero sabiendo que el hueco que dejan será reemplazado por las siguientes generaciones, que crecerán fuertes, alimentadas por los nutrientes aportados por sus ancestros.

      Muxu eta mila esker zure ikuspegiak banatzeagatik!!

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  9. He tenido la suerte de disfrutar de mis mayores y de aprender de ellos, hasta hace poco contaba con mis cuatro abuelos. Ahora sólo me queda una, aquejada de alzheimer, pero en esencia sigue estando con nosotros. Después de unas vidas largas y de haber vivido algo tan duro como una guerra y una postguerra, creo que fueron felices. Nunca les oí hablar de odio ni rencor, sí de dolor, pero nunca de odio. Vivieron la vida lo más plenamente posible y murieron rodeados de su familia y con una sonrisa en el corazón.
    Dicen que de aquellos barros estos lodos, de modo que de mis padres estoy sacando las mismas enseñanzas. Vivir y dejar vivir, pero siempre siendo tu mismo. Hace ya 14 años mi padre decidió que tenía que seguir siendo él mismo y no renunciar a sus principios y valores. Dejó un muy buen puesto de director general por no comulgar con la nueva política de la empresa. Se despidió uno a uno de los trabajadores y hoy es el día en el que le siguen saludando y sonriendo. Empezó una empresa de la nada y sigue luchando por sacarla adelante con la ayuda y el trabajo de su familia. Mi madre es otro ejemplo a seguir, se podía haber quedado en casa, pero siguió adelante con su carrera profesional, demostrando que la vida es esfuerzo y no acomodarse.
    Hace ocho años un 16 de noviembre me cambió la vida, en mi opinión para bien. Si hasta el momento no había tenido grandes problemas (vistos desde la distancia), ese día tomé la decisión más dura pero a la vez fácil de mi vida. Decidí seguir con el embarazo de Ander, todo cambió, todo se relativizó. Aquello que antes podía parecer duro dejó de serlo y la vida tomó otro color, el verde esperanza. Y con esa esperanza afrontamos la vida, el día a día, disfrutando y tratando de hacer disfrutar a los que tenemos alrededor. Por si se me olvida, cada seis meses acudimos a Cruces y el verde se hace más vivo.
    He pasado momentos difíciles, pero en cuanto llego a acasa se disipan las tinieblas, tenemos lo importante, la esperanza. Hace ocho años decidí que debía mirar la vida con otros ojos, dar importancia a lo que realmente la tiene y apartar lo que no ayuda a vivir la vida en plenitud.
    Hace un par de años, con una panza terrible,en la despedida de un gran grupo de trabajo me entregaste una cartulina que llevo siempre en la cartera, dice:
    "Es inevitable que sucedan cosas que nos son adversas, lo que si es evitable es que estas nos desconcierten"
    Así que cuando falqueo me acuerdo de ella y saco coraje, no sin antes llorar un rato que soy propensa a ello.
    No se cuando llegará el día, pero cuando sea quisiera poder hacer como mis abuelos e irme con una sonrisa en el corazón.
    Muak

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  10. Rescato estas dos frases, de tu maravilloso e íntimo comentario:

    "Y con esa esperanza afrontamos la vida, el día a día, disfrutando y tratando de hacer disfrutar a los que tenemos alrededor."

    "... decidí que debía mirar la vida con otros ojos, dar importancia a lo que realmente la tiene y apartar lo que no ayuda a vivir la vida en plenitud."

    Los que te conocemos, sabemos que estas frases son la expresión de lo que vives día a día y no un bonito desideratum.

    Afortunado de aprender con personas de tu talla.

    Mila esker Aiit, ta muxuak!!

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