Vengo desarrollando el cultivo del jardín de la innovación, a partir de estas dos entradas (primera y segunda).
6. GARANTIZAR EL DESARROLLO DE LAS PLANTAS.
La concepción de un jardín es relativamente fácil, no requiere de habilidades especiales, cualquiera puede hacerlo. Obtener una gran cosecha sin embargo es un asunto completamente diferente, no es tan fácil. A diferencia de la ideación, requiere habilidad, disciplina, recursos y la capacidad de aprender en el trabajo.
De la misma manera, concebir nuevas ideas es relativamente fácil, pero llevarlas a buen término no es tan fácil. Lo que empieza como una posibilidad nueva y brillante, a menudo queda marchita sin posibilidad de crecimiento. La mayoría de las organizaciones no tienen ningún proceso específico para propiciar el crecimiento de nuevas ideas.
7. PROPORCIONAR LAS CONDICIONES ADECUADAS DE DESARROLLO.
Jardineros inexpertos, embriagados por su necesidad de una cosecha grande y exceso de presión y miedo de no tener nada que mostrar por sus esfuerzos, tienden a sembrar muchas semillas demasiado juntas. Su temor por lo general se disipa en unas semanas, cuando surgen los primeros brotes, pero luego se gnera otro desafío, ¿qué hacer con la abundancia aparente de tanto crecimiento?
Si bien la cantidad de vegetación es bien vista por el ojo inexperto, la realidad es diferente. Las nuevas plantas empiezan a competir entre sí por el agua y los nutrientes y las raíces se enredan. En ocasiones los resultados son decepcionantes, hilera tras hilera se retrasa el crecimiento, y obtenemos plantas ralas.
La solución viene dada por seleccionar las plantas más saludables y transplantarlas a lugares con más espacio y nutrientes
8. CELEBRAR LA COSECHA.
Tradicionalmente, las organizaciones han evitado reconocer tanto a las personas cuyos esfuerzos han proporcionado cosechas excelentes.
La demanda sin fin para la producción masiva, lleva a la mayoría de los líderes empresariales a la conclusión de que el reconocimiento de los éxitos es una pérdida de tiempo y un lujo que ninguna organización se puede permitir. De alguna manera, parece que en lo más profundo de la psique colectiva de los líderes de alto rango, se esconde el temor de que la celebración de los éxitos dará pasor a la relajación y holganza de los empleados.
Nada puede estar más lejos de la realidad.
Las personas florecen cuando sus esfuerzos son reconocidos. Si nos tomamos en serio el establecimiento de una cultura sostenible de la innovación, debemos recordar que hay que tomar tiempo para reconocer a los jardineros.
De la misma manera, concebir nuevas ideas es relativamente fácil, pero llevarlas a buen término no es tan fácil. Lo que empieza como una posibilidad nueva y brillante, a menudo queda marchita sin posibilidad de crecimiento. La mayoría de las organizaciones no tienen ningún proceso específico para propiciar el crecimiento de nuevas ideas.
7. PROPORCIONAR LAS CONDICIONES ADECUADAS DE DESARROLLO.
Si bien la cantidad de vegetación es bien vista por el ojo inexperto, la realidad es diferente. Las nuevas plantas empiezan a competir entre sí por el agua y los nutrientes y las raíces se enredan. En ocasiones los resultados son decepcionantes, hilera tras hilera se retrasa el crecimiento, y obtenemos plantas ralas.
La solución viene dada por seleccionar las plantas más saludables y transplantarlas a lugares con más espacio y nutrientes
Existen organizaciones que tratan de elevar el listón de la innovación frente a un mismo desafío. Embriagados por su necesidad de un crecimiento impresionante (quereriendo involucrar a la mayor cantidad posible de personas en el proceso), se dejan confundir poniendo en marcha demasiados proyectos-ideas que terminan compitiendo por los mismos recursos, que siempre son finitos .
La solución puede venir de la definición de una estrategia clara de cómo la organización evalua, selecciona y financia las nuevas iniciativas, junto con un proceso para identificar el crecimiento de nuevos y prometedores esquejes que merezcan ser transplantados para desarrollarlos en el futuro.8. CELEBRAR LA COSECHA.
Todas las culturas del mundo tienen un día de fiesta, ritual o ceremonia dedicada a la expresión de gratitud por la generosidad de la cosecha.
Las culturas corporativas podrían aprender y aplicar algunas lecciones dictadas por los ancestros.Tradicionalmente, las organizaciones han evitado reconocer tanto a las personas cuyos esfuerzos han proporcionado cosechas excelentes.
La demanda sin fin para la producción masiva, lleva a la mayoría de los líderes empresariales a la conclusión de que el reconocimiento de los éxitos es una pérdida de tiempo y un lujo que ninguna organización se puede permitir. De alguna manera, parece que en lo más profundo de la psique colectiva de los líderes de alto rango, se esconde el temor de que la celebración de los éxitos dará pasor a la relajación y holganza de los empleados.
Nada puede estar más lejos de la realidad.
Las personas florecen cuando sus esfuerzos son reconocidos. Si nos tomamos en serio el establecimiento de una cultura sostenible de la innovación, debemos recordar que hay que tomar tiempo para reconocer a los jardineros.
Kaixo Paulino:
ResponderEliminarYa me ha gustado lo de la celebración de la cosecha. La verdad es que normalmente esas celebraciones (si se analizan) en muchos casos suelen ser un semillero de ideas y proyectos que en circunstancias normales nunca surgirian ya que normalmente no se dan las condiciones de calor y humedad que necesita la tierra para producir (Ideas).
No estaría mal analizar las condiciones que se dan en esas celebraciones (donde se disfruta evidentemente), para plantearlas en situaciones, espacios, etc empleados en innovación.
Un saludo.
El reconocimiento adecuado es sin duda una palanca importante paran impulsar nuevos esfuerzos. Las personas necesitamos que se nos valoren nuestros logros.
ResponderEliminarLas celebraciones y fiestas tienen además un componente de alegría y socialización de los logros que sirve para reforzar vínculos e identidades... son imprescindibles!!!
Mila esker eta ondo izan!!