jueves, 28 de junio de 2012

PERFILES PROFESIONALES PELIGROSOS

Apoyándome en unas reflexiones que hace Juan Carrión, en su libro Culturas Innovadoras 2.0, paso a describir algunos perfiles profesionales que siendo claramente patológicos son ademas peligrosos en las organizaciones:


.- Personas extremadamente estresadas, agotadas física y mentalmente por un estado nervioso producido por demandas excesivas.
.- Adictos al trabajo. Para estas personas, el trabajo se convierte en una obsesión compulsiva que les hace obviar todo aquello que no esté relacionado con él. Es gente que suele afirmar que cumple con su deber... y lo triste es que se convierten en modelos a seguir.

.- Quemados. Se suelen retirar de manera psicológica del trabajo como respuesta a la insatisfacción laboral y al estrés, pero hacen ruido, mucho ruido. Critican, pero en muchas ocasiones sin cambiar nada, sin aportar soluciones.

.- Despedidos interiores. Aquellos que renuncian a poner empeño en el trabajo, como resultado final de un largo y complejo proceso de vivencias negativas, en el que el trabajador se distancia de sus funciones, sin llamar la atención y pasando inadvertidos, evitando conflictos.

.- Los que pasaron por pruebas de amor. Personas que acometieron desafíos y proyectos extraordinarios, sin nada a cambio: viajes, esfuerzos maratonianos, noches sin dormir, trabajar los fines de semana, suspender vacaciones...

.- Los que viven el mal de amores. Lo sufren personas que se entregaron a su empresa durante largos periodos de tiempo y finalmente fueron despedidos. Muchos nunca llegan a aceptar su nueva situación.

.- Relegados. Personas que tienen la mala suerte de no ser despedidas por sus empresas y que son relegadas a tareas poco o nada relevantes.

.- Los que sienten Streen. Es una combinación de estrés y depresión. Se produce cuando, a pesar de que a la persona las cosas no le van mal, le repugna internamente lo que hace o la empresa en la que trabaja.

.- Desertores. Personas de éxito que abandonan su brillante carrera profesional para dedicarse a otras actividades más tranquilas.

¿Cómo influencia el ecosistema donde se desarrolla toda esta fauna, en el fomento de esas taras? 
Las respuestas a esta pregunta pueden ayudar a mejorar organizaciones, al menos a aquellas en las que pululan PERSONAS.

La cultura de las organizaciones no sólo modela el pensamiento de las personas, también da forma a sus conductas.

9 comentarios:

  1. Kaixo Paulino,

    Es probable que se deba al formato “post” [breve, directo, etc], pero no sé si interpreto bien algunos aspectos de los que comentas o simplemente no coincido con ellos.
    Dices perfiles “claramente patológicos” y así no veo, yo al menos, al desertor. Alguien que decide dedicarse a otras cosas “más tranquilas” suele ser un incomprendido por aquellas personas que creían que se encontraba en una situación de éxito. Estas personas puede ser que se encuentren, a su vez, en tu clasificación…un adicto al trabajo puede “vivir” como deserción que alguien deje de serlo. Para otras puede que se trate de un valiente con “#unpar” que ha decido, por fin, vivir y dedicarse a lo importante. Habría que ver qué actividades son éstas y las motivaciones que ha tenido. Sí, creo que habría que preguntar y comprender desde el punto de vista de la persona antes de establecer un diagnóstico.

    Dices perfiles peligrosos en las organizaciones y no me parece que sean, justamente los perfiles los peligrosos, básicamente por las causas que les adjudicas a la mayoría.

    Varias cosas: No se me escapa que, estas valoraciones, son calificativos que suelen adjudicarse externamente por parte de un “juez” a partir de los síntomas que él puede percibir y a partir de un sistema interpretativo dudoso [podría encajar, por ejemplo, en la parcialidad del empresario o en la del jefe de RR.HH, claramente alineado con la patronal]. Está claro que las personas no se autodefinen así.

    Si vamos a la etiología podemos encontrarnos con personalidades con tendencia a “enfermar” pero, tal y como tú lo describes [y también dejas ver al final] parece que el sistema de reconocimiento, integración, premio-castigo-incentivación de la organización tiene mucho a ver. Vaya que no me queda claro que esos perfiles sean los realmente peligrosos en las organizaciones o son ciertas organizaciones que crean perfiles a su medida y muchos de estos les van de perlas para justificar la mediocridad de su concepción sobre las personas.
    Entiendo que entre tantas personas “siempre hay quien se las trae” y quien realmente está enferma y enferma a su vez, pero voy concluyendo que al final, empresa, cultura, etc., se remiten mayormente al estilo de liderazgo que existe y aquí hay que aplicar aquello de “dime con quién vas y te diré en quien te has convertido”, porque hay pseudo-liderazgos que son como ciertas sustancias: tóxicos y cancerígenos. Y aunque dejen de existir y sean substituidos por otros, siguen impregnados en sus paredes intoxicando el ambiente, contribuyendo al miasma que respiran sus gentes ya enfermas.

    Totalmente de acuerdo contigo en que la cultura de las organizaciones da forma a las conductas de las personas. Lo que sí me parece un índice de patología es la dependencia que crea en algunas [que modele su pensamiento] y que no cojan puerta y se vayan. Que hayan tantas personas que han vendido su alma al diablo y que por una hipoteca, un sueldo al mes o la conformidad de su pareja se dejen vejar y escojan vivir 8 horas al día, 5 días a la semana, durante 10 meses al año al margen de su propia felicidad. ¿Qué es fácil decirlo? ¡Seguro! pero también es fácil hacerlo…al menos así lo hicimos algunos en su momento.

    Sobre algo parecido ya comentamos aquí.

    Un abrazo Pau,

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  2. Coincido de p a pa(u), con lo que explicas en el comentario. Los "desertores" no son en general personas con perfil "patológico" sino más bien lo contrario, es decir, personas con criterio que no se someten a los dictados de los que diseñan y premian esos perfiles, para el logro de sus objetivos.

    Las organizaciones que trabajan con PERSONAS, enfocan su estrategia al crecimiento profesional y emocional de las mismas, evitando fomentar algunos de los tipos de conductas expuestos en el post.

    Un lujo de comentario, por la extensión, claridad y calidad de sus argumentaciones.

    Eskerrik asko, Manel!!

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    1. Como ya te comentaba Isabel en el post anterior, gracias a tí Pau por mantenernos al corriente con esos destilados que nos ofreces. Salut!

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  3. Me parece demoledor, si bien es lo que tenemos en el 95% de las organizaciones y con lo que hemos llegado hasta aquí, y vemos de forma clara los resultados, ahora bien esto no nos debe parar en el camino para buscar cura a esta metástasis que padecemos.
    Son los perfiles profesionales que hemos creado y la verdad es que cuesta creer que algunas empresas funcionemos dignamente, con las conductas que generan estos perfiles.

    Es responsabilidad de cada uno de nosotros decidir si continuar o tomar otro camino, como algunas personas habéis hecho en su momento, pero estando en uno u otro lado se pueden hacer pequeñas cosas que ayuden a crear un nuevo modelo más sostenible.

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    1. Se pueden hacer pequeñas cosas que generen grandes cambios. La suma de 1º, 180 veces da como resultado la inversión del sentido de la marcha.

      Gracias por tu aportación Julio, encantado de que pases por aquí.

      Un abrazo!

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  4. Pues poco se puede añadir a la conversación. Según la descripción que acompaña a los perfiles también me parecen más la consecuencia de un sistema que tiene fácil el sustituir a cada uno de sus peones, aunque el bucle se repita eternamente.
    Peligroso puede ser para las personas por los efectos demoledores a nivel individual, que puede llegar a convertir un comportamiento reactivo en un patrón que podría llegar a ser patológico.

    Yo más que peligro veo posibilidades pero, eso sí en un nuevo entorno y asumiendo la responsabilidad de su propio destino profesional y personal. Igual lo de desertar es un objetivo interesante... para volver a empezar ;))

    Muxus!!!

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    1. En toda situación, por muy dantesca que está sea existen oportunidades. La cuestión está, en alimentar suficientemente la convicción y el valor necesarios para dar pasos en la dirección correcta.

      Muxu asko, Sabela!!

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  5. Un amigo mio me decía tras una larga experiencia laboral que en las empresas hay jefes, jefecillos, felpudos y felpudillos. Si bien es cierto que cuando hablas con una persona que trabaja en una organización enseguida lo puedes encajar en una de estas cuatro categorías me parece un poco triste quedarse ahí y no intentar ver personas entre la gente. La foto estática que se obtiene en una organización en un momento dado a veces poco tiene que ver con la misma foto tiempo después. O antes, depende. Que le vamos a hacer, los humanos somos tan complicados... O tan simples!
    Saludos desde Granada, a las 23:40 y a 30 grados. Quien va a trabajar en un paìs así?

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    1. En la madrugada del domingo al lunes, heló en Galarreta. A estas horas (7:00h) tenemos 8 grados, ideal para subir al monte a picar leña....

      Las organizaciones que no entiendan y apliquen conceptos como la comunicación, la confianza y la cooperación, tienen un futuro muy oscuro.

      Un saludo Luis y hasta pronto!!!

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