Las personas esperamos con frecuencia que los líderes, sean capaces de tomar decisiones difíciles con rapidez. De hecho, este tipo de comportamiento se interpreta como una de las señas de identidad de un buen liderazgo.
La mentalidad de "juicio apresurado", crea un presión negativa sobre los líderes. Este tipo de presión les puede llevar a elegir un camino antes de tiempo, incluso cuando se enfrentan a problemas complejos.
Para ser eficaces, los líderes deben equilibrar la necesidad de converger rápidamente en una solución, con el requisito de considerar múltiples perspectivas.
Está claro que el análisis de las diferentes perspectivas en conflicto, requieren de tiempo, pero a su vez son excelentes oportunidades para adoptar decisiones mucho más robustas.
Por lo tanto, disminuir la velocidad, requiere que los líderes exhiban dos cualidades que escasean en estos tiempos:
.- Confianza en sí mismos (no confundirlo con la bravuconería).
.- Paciencia (no confundirlo con procastinación).
La realidad en muchos casos se caracteriza con decisiones que se toman con rapidez, adoptándose soluciones preexistentes. Ser capaces de resistir las presiones para actuar rápidamente, requieren de mucha fortaleza.
El fenómeno que comento en esta entrada es similar a la historia del borracho buscando las llaves del coche debajo de la farola de la calle, a pesar de que sabe que no es donde las perdió.
"Sé que mis llaves no están aquí", confiesa, "pero es aquí donde hay luz".
Tengo una cita reciente de la cual no anoté la procedencia (cosa que lamento porque me gusta citar la fuente) que dice:
ResponderEliminar"Un paso hacia atrás, dos hacia delante.
Necesitamos más tiempo para pensar en todas las consecuencias de nuestras decisiones. Hay que reunir fuerzas mediante la lentitud y avanzar después con decisión".
Un distanciamiento deliberado o media distancia que en estos tiempos es tan necesario como poco fácil. Este post transmite serenidad :-)
Apertas!
Me gusta esa cita. Adaptándola un poco me quedaría con, reunir fuerzas con paciencia para avanzar después con decisión!
ResponderEliminarLeemos con prisa, charlamos con prisa, pensamos deprisa... necesitamos alimentarnos de serenidad aunque es cierto que no lo tenemos nada fácil.
Eskerrik asko, Sabela!!
Importantes las cualidades que señalas! Permíteme que añada otra que es la capacidad para gestionar la impaciencia de aquellas personas que influyen determinantemente sobre el equipo, ya que son poco frecuentes aquellos líderes que no se hallan emparedados en una estructura y su gestión del tiempo no se ve resentida por la capacidad de gestionar el tiempo de su entorno.
ResponderEliminarGracias por el post Pau y por recordarnos la importancia de vestirse despacio cuando se tiene realmente prisa.
Interesante apunte, como siempre. Esa confianza en sí mismo de la que hablaba, sea quizas una cualidad que pudiera permitir en ocasiones apaciguar la impaciencia del entorno.
EliminarEste tipo de características que no tienen por que explicitarse con palabras (gestos, movimientos, miradas, autocontrol...), son potentes herramientas de comunicación que a menudo impactan más que cualquier discurso.
"Lo importante no es lo que se dice sino lo que se entiende"
Gracias tí Manel y un fuerte abrazo!!
Ralentizar el tiempo siempre me ha parecido una forma de generar oportunidades para observar el todo y cada una de sus partes en toda su dimensión.
ResponderEliminarEscatimar en este sentido nos puede hacer perder matices y detalles importantes.
Sabes cuánto valoro las "pequeñeces" y he aprendido, contigo, a valorar también el equilibrio que mencionas en esta entrada.
Te invito a hacer una pausa . Breve.
Muxu handixe!!
He visto el hermoso vídeo de regalo. Es la vida misma, una mezcla de belleza y crueldad. Las imágenes a cámara lenta nos permiten admirar elementos que de otra manera nos pasan desapercibidos...
ResponderEliminarLos equipos en los que tanto creemos son una buena manera de encontrar esos equilibrios, tan necesarios como difíciles que se den en una única persona.
Muxu eta orainarte!!