Hemos caminado en la oscuridad durante casi una hora. No es que se nos haya olvidado las frontales en casa, queríamos caminar despacio, palpando el terreno con pies y bastones.
La marcha se hace más lenta pero este tipo de restricción autoimpuesta, agudiza la percepción de los demás sentidos, convirtiendo la experiencia en algo diferente.
El amanecer nos ha obsequiado con un juego de luces que no puede igualar (ni de lejos) las de ninguna ciudad, por muy engalanadas que estén por estas fechas.
Hemos atravesado numerosos rincones cuya hermosa toponimía nunca deja de sorprenderme, Peazuloeta, Urkidui, Arrizabal, Zumarraundi, Axkiola, Oltze, Urbieta, Urbia, Aizkorri, ...
Una vez alcanzada la cresta, nos hemos asomado a la vertiente gipuzcono - navarra del mundo, el espectáculo ha sido maravilloso.
Es tradicional en nuestra tierra pasear por la montaña también por estas fechas. Nos hemos cruzado con mucha gente, la alegría, el buen humor y la pasión por esta actividad nos confraterniza.
Este pueblo nuestro al que llamamos Euskal Herria, ha desarrollado a lo largo de la historia una cultura intimamente vinculada a la naturaleza, a la que venera y respeta. No hace falta ser antropologo para ver y sentir que llevamos insertado en los genes este amor por el entorno y que lo mostramos a las siguientes generaciones con orgullo.
Este roble (símbolo de nuestro pueblo) aún estando muerto, muestra su altivez y belleza desafiando las leyes de la naturaleza.
Hoy es el día en el que la tradición nos lleva a esperar por las calles de los pueblos al carbonero que baja del monte para traer regalos para todos. Se llama Olentzero y es la versión vasca de papá Noel.
A todos los que visitáis este espacio os animo a que disfrutéis y miméis vuestras tradiciones, que son en definitiva el mejor regalo que nos han obsequiado nuestros ancestros.
Tal y como se dice en el idioma que da nombre a mi pueblo, EGUBERRI ON!!!
Magnífico el espectaculo que nos regalas!
ResponderEliminarEs cierto que vuestra tierra muestra orgullosa el amor que sentís hacia ella, Euskal Herria es un pueblo merecedor de la Diosa y ésta campa por ella exuberante y llena.
Esta vinculación y estas costumbres también son propias de la parte de la que yo provengo [Alt Urgell] y de Avalon [la Garrotxa, mi tierra adoptiva], donde pasear por sus montañas y bosques puede llegar a ser una fiesta de sonrisas y buenos deseos en días como estos.
Esta noche, en casa, celebraremos el “tió”, un tronco de árbol del que manan los dulces para estas fiestas y algún que otro regalito para los más pequeños. Se trata de un fleco del antiguo culto a los árboles y una de nuestras tradiciones más entrañables…¿Quien necesita a Papa Noel? ;-)
Eguberri On, Pau y un abrazo cálido!
No conocía esa tradición vuestra del "tió". Si que he podido constatar el amor a la montaña de los catalanes, me los he encontrado en todas las cadenas montañosas de Europa por las que he paseado.
ResponderEliminarEn lo de Papa Noel, completamente de acuerdo, nos sobra!!!
Esta semana me he enterado de que en Galicia el personaje de estas fechas se llama Piña Noel...;-)!
Te deseo lo mejor Manel, feliç Nadal!!
Un añorado despertar pausado me ha permitido, hoy, disfrutar de ese momento de transición del mundo de los sueños al mundo en el que soñar.
ResponderEliminarLamias en forma de febrícula me han mantenido, a ratos, velando a la pequeña de la casa y sé, por alguna sonrisa furtiva que he podido disfrutar, que nuestro Olentzero la acompañaba también.
Sé que es así como te mira Mari , desde la lejanía, en cada ocasión en la que caminas por su tierra escuchándola a Ella a través de sus elementos. Lo sé, porque es así como una madre mira al hijo que venera, respeta y ama todo aquello que es su hogar.
Gracias por permitirnos escuchar como tú lo haces, desde aquí.
Eguberri on, Pau.
Para tí y para todos esos otros seres mágicos que comparten contigo, en el bosque.
Me encanta caminar en silencio y soledad por esas montañas en las que habitan Mari y todos los personajes mitológicos que ayudaron a interpretar el mundo a nuestros ancestros..
ResponderEliminarHoy me ha acompañado Xabi, he disfrutado de su compañía, de sus preguntas, de mis explicaciones, del ventarron en la cima, de su desconocimento, de su interés, de contar lo que me contó mi padre, de entender con convicción lo que es verdaderamente importante...
Enare sanará rápidamente, porque quiere aprovechar el tiempo que puede disfrutar de compartir todos los instantes con su madre!
Olentzerok zure ametsak betetzeko behar dituzunak ekarriko dizkizulakoan nago, merezi dituzu eta!
Eguberri on Marta!!
Una caricia para mi alma triste
ResponderEliminarGracias Laura, eres muy amable.
EliminarUna luchadora nata como tú necesita descanso de vez en cuando, seguro que hoy te sientes mejor... y si no mañana!!
Animo!!
¡Hola Paulino!
ResponderEliminarRegalarte un amanecer como ese, es un privilegio que nadie imagina hasta que lo vive por primera vez.
Creo que nos gusta salir estos y todos los días al monte porque nos conecta a lo que realmente somos y sentimos y nos aporta paz (al menos ese es mi caso).
No había dejado ningún comentario pero te leo desde hace un tiempo y que mejor momento que éste para darte las gracias por tus post que a mi particularmente me invitan a reflexionar.
Zorionak biotxetik.
Flori.
"Nos conecta a lo que realmente somos y sentimos y nos aporta paz", no puedo estar más de acuerdo con tu razonamiento.
EliminarGracias por tus palabras y comenta cuando quieras, eres muy bien venida Flori!!
Caminar despacio por la oscuridad recuperando sentidos y ensayando apoyos. Recuperar la serenidad. Y de nuevo la luz, dentro y fuera.
ResponderEliminarUnha aperta forte! :-)
Espero que esa luz te ilumine el camino que deseas transitar.. serena y convencida.
ResponderEliminarBuen viaje!!!
Muxu haundi bat Sabela!