Ya hablamos en esta entrada, de las ideas de Steve Johnson. Resumiendo, su principal tesis es que "las oportunidades y la suerte favorecen a las mentes conectadas".
Es bonito pensar que nos unen las corazonadas, ese punto intermedio entre la mente y las tripas, para bombear e irradiar todo nuestro potencial y nuestra capacidad de cooperación. Y que el resultado no es la suma de las partes sino algo mucho más importante donde inteligencia y sentimientos caminan juntos. Este discurso de Steve Johnson nos enamoró a tod@s :)
Recuerdo que hablando sobre esto me habías comentado que en el libro “El efecto Medici” se destacaba la importancia de las tascas portuarias de ciudades de tránsito marítimo, que durante siglos se convirtieron en verdaderas “universidades”.
Pero Steve Johnson también dice algo que incide en una de mis “obsesiones” actuales: que se puso a trabajar en cómo organizar sus propios datos. Es decir, el orden como ventaja competitiva :D
Es importante lo que dices en el último parrafo. Los nuevos tiempos, ayudan y a veces animan a que prolifere el "Síndrome de Diógenes de datos". Esa obsesión por recopilar, recoger, guardar todo lo que se "menea", aunque no sirva más que para molestar. Debemos filtrar, ordenar y actualizarlos para que puedan sernos útiles.
Tenemos mucha inflación de datos, que falsean el valor real de los mismos.
Por cierto, tu forma de relacionar comentarios bastante antiguos trayéndolos a colación en el momento oportuno, denotan que vas canalizando perfectamente esta "obsesión".
Para mi que las buenas ideas emergen de escucharse a uno mismo en su interacción con el entorno que le rodea. Y del mismo modo creo que jamás pertenecen a nadie porque en su ontogenia no dejan de erigirse sobre la carga filogenética que heredamos y compartimos unos y otros. Un saludo Paulino!
Y algunas hasta se pueden provocar un poquito, porque muchas veces tenemos las ideas bastante más cerca de lo que imaginamos para poder ponerlas en práctica y probarlas.
Es bonito pensar que nos unen las corazonadas, ese punto intermedio entre la mente y las tripas, para bombear e irradiar todo nuestro potencial y nuestra capacidad de cooperación. Y que el resultado no es la suma de las partes sino algo mucho más importante donde inteligencia y sentimientos caminan juntos. Este discurso de Steve Johnson nos enamoró a tod@s :)
ResponderEliminarRecuerdo que hablando sobre esto me habías comentado que en el libro “El efecto Medici” se destacaba la importancia de las tascas portuarias de ciudades de tránsito marítimo, que durante siglos se convirtieron en verdaderas “universidades”.
Pero Steve Johnson también dice algo que incide en una de mis “obsesiones” actuales: que se puso a trabajar en cómo organizar sus propios datos. Es decir, el orden como ventaja competitiva :D
Besarkada haundi bat Paulino! Bicos!
Valiosa tu aportación como siempre!!
ResponderEliminarEs importante lo que dices en el último parrafo. Los nuevos tiempos, ayudan y a veces animan a que prolifere el "Síndrome de Diógenes de datos". Esa obsesión por recopilar, recoger, guardar todo lo que se "menea", aunque no sirva más que para molestar. Debemos filtrar, ordenar y actualizarlos para que puedan sernos útiles.
Tenemos mucha inflación de datos, que falsean el valor real de los mismos.
Por cierto, tu forma de relacionar comentarios bastante antiguos trayéndolos a colación en el momento oportuno, denotan que vas canalizando perfectamente esta "obsesión".
Muxu asko, sabela!!
Para mi que las buenas ideas emergen de escucharse a uno mismo en su interacción con el entorno que le rodea. Y del mismo modo creo que jamás pertenecen a nadie porque en su ontogenia no dejan de erigirse sobre la carga filogenética que heredamos y compartimos unos y otros.
ResponderEliminarUn saludo Paulino!
Nada que añadir, que bárbaro!!
EliminarEskerrik asko Manel!!
Y algunas hasta se pueden provocar un poquito, porque muchas veces tenemos las ideas bastante más cerca de lo que imaginamos para poder ponerlas en práctica y probarlas.
ResponderEliminarSaludos!
Comparto lo que dices, más que ideas lo que falta en ocasiones es el empuje para poder ponérlas en marcha.
ResponderEliminarBicos!!